EL BRINDIS DEL REY (soneto)
Propongo un brindis, nobles caballeros
por otros tiempos de la vieja historia
donde en gloria y honor son los primeros
hazaña perdurable en la memoria.
Alzar la magna copa, alzar conmigo
y nombrar con respeto sacros nombres
relatar sus venturas al amigo,
conozcan la leyenda dignos hombres.
En este reino largo se ha tenido
aguerrido soldado, con coraje
que altivo en grandes gestas fiel galopa.
Y mi grey en batallas leal sido
todos muy dignos de este alto linaje
por el que hoy levantamos una copa.
ELLA
MIRABA.
Ella
miraba escondida
tras
la ventana entrecerrada
del
bello efebo admirada
de
esa mirada encendida.
Ya
se encontraba perdida
al
cruzarse en el oficio
sin
mayor beneficio
que
la cercanía placida
Celoso
andaba su padre,
hasta
perder el juicio,
por
cualquier patricio
que
a su hija ladre.
Más
como adre
Cupido
reparte amor
sin
pensar en que flor
su
flecha aladre.
El
mozo entendió esos ojos
y
sin el mínimo temor
reclamó
su favor
a
pesar de los sonrojos.
Viendo
asaltados los herrojos
y
deshonrado su casa
el
tutor con espada traspasa
ahuyentando
sus cordojos.
Pobre
niña sin consuelo
corazón
de brasa
cae
al suelo lasa
muerto
su mayor anhelo.
Solo
queda hacerla duelo
pues
se dejo morir
llevándose
al partir
de
su padre el consuelo.